Antes de ir a la cama Martiriana salió del baño y dejó caer la toalla que la cubría para ponerse un negligé.

Observándola de reojo, Capronio, su marido, le dice con sugestiva voz:



-Mi vida: siempre que te veo así, desnuda, pienso en hacerte cositas.






-¿Cositas…? -repite Martiriana ilusionada-. ¿Cómo cuáles?






Responde Capronio:


-Como la liposucción, levantamiento de chichis y de nachas, tratamiento para la celulitis, bronceado corporal y cirugia facial.