Por favor denle un fuerte abrazo a sus papás ahora que los tienen. Quiéranlos, disfrútenlos, respétenlos, admírenlos y ténganles paciencia. Cuando ya no están con nosotros, al recordarlos con nostalgia nos entristece pensar que perdimos mucho tiempo para decirles que los amamos. Se los digo yo que ya no tengo a papá en la tierra, pues ahora está en el cielo viendo e intercediendo por mí ante nuestro Dios.
No hay papás buenos ni malos. Sólo papás con una infancia que no eligieron y que los conduce en su presente
¡Felicidades a todos los papás, a los papás de los papás y a los papás de los papás de los papás! Dios les bendice.
El Señor te tenga a su lado querido papá