Andaba un motociclista a toda velocidad en la carretera de Cancún-Playa del Carmen, cuando sale de la selva un lorito verde típico de la región y se estrella contra el casco del chopper.

El regadero de plumas era tal que el motociclista se espanta por lo que regresa a donde queda tirado el cuerpo inerte del lorito. Al verlo tendido, se siente muy triste por lo que lo recoge, se lo lleva a su casa, lo cura, y lo deposita en una jaula vacía que hace mucho tiempo tenía.

Pasan las horas y los cuidados hacen efecto, pues el loro recupera el conocimiento. Abre los ojos, mira para un lado, mira para otro y al darse cuenta que está dentro de una jaula exclama:

-¡En la torre! ¡Estoy en la cárcel! ¡Seguro maté al motociclista!


RISOTERAPIA