Un hombre llega a su casa y al abrir la puerta encuentra a su esposa con su mejor amigo en la cama.
Sale corriendo y se dirige a casa de su madre quien vive en un treceavo piso. Cuando llega ahí, entre lágrimas de angustia y desesperación le relata a su madre todo lo que vio. Al recordar lo sucedido empieza a caer en una crisis de ansiedad que le hace correr por el cuarto y pararse a la orilla de la ventana y gritar:
-¡Madre, no aguanto este dolor! ¡Me voy arrojar por la ventana!
La madre sin inmutarse ni moverse de su lugar le contesta:
-No lo creo hijo
-¿Por qué? Pregunta el afligido hombre, ¿Crees que no tengo el valor para arrojarme por la ventana de un treceavo piso?
-A ver hijo, pregunta la mamá, ¿Qué te hizo tu mujer?
-Pues me fue infiel con mi mejor amigo
-Entonces déjate de estupideces y bájate de esa ventana, ¡Te pusieron los cuernos, no alas, así que no puedes volar!
Sale corriendo y se dirige a casa de su madre quien vive en un treceavo piso. Cuando llega ahí, entre lágrimas de angustia y desesperación le relata a su madre todo lo que vio. Al recordar lo sucedido empieza a caer en una crisis de ansiedad que le hace correr por el cuarto y pararse a la orilla de la ventana y gritar:
-¡Madre, no aguanto este dolor! ¡Me voy arrojar por la ventana!
La madre sin inmutarse ni moverse de su lugar le contesta:
-No lo creo hijo
-¿Por qué? Pregunta el afligido hombre, ¿Crees que no tengo el valor para arrojarme por la ventana de un treceavo piso?
-A ver hijo, pregunta la mamá, ¿Qué te hizo tu mujer?
-Pues me fue infiel con mi mejor amigo
-Entonces déjate de estupideces y bájate de esa ventana, ¡Te pusieron los cuernos, no alas, así que no puedes volar!